La Unidad de Dermatología Oncológica del Hospital HM Sanchinarro tiene dos objetivos principales:
1 – Atender de forma prioritaria y especializada a todos los pacientes oncológicos que presenten efectos secundarios cutáneos relacionados con su enfermedad o los tratamientos asociados a la misma como la quimioterapia y/o radioterapia. Estudiamos de forma individualizada cada situación y aconsejamos tratamientos preventivos para evitar los efectos secundarios cutáneos graves asociados a la medicación o a la radioterapia.
2 – Prevenir, estudiar y tratar el cáncer de piel.
EFECTOS SECUNDARIOS CUTÁNEOS DE LA QUIMIOTERAPIA Y TERAPIAS DIRIGIDAS
Las erupciones medicamentosas que afectan a piel y mucosas, o toxicodermias, se sitúan entre las reacciones adversas más frecuentes a medicamentos. Los tratamientos antitumorales producen frecuentes efectos secundarios y reacciones adversas cutáneas. Además de los fármacos citotóxicos, los avances en el conocimiento de los mecanismos de la oncogénesis han permitido el desarrollo de nuevas terapias antitumorales específicas contra determinadas moléculas (terapias dirigidas) y nuevos agentes terapéuticos inmunológicos.
Con su introducción se han descrito distintos efectos adversos cutáneos más o menos específicos y relativamente frecuentes, que a veces se correlacionan con la respuesta tumoral, y que aunque en ocasiones son graves, no suelen limitar la continuidad del tratamiento. De estas reacciones las más frecuentes se observan con los inhibidores del receptor de crecimiento epidérmico (EFGR) y los estabilizadores del uso mitótico (taxanos).
Los efectos secundarios cutáneos más frecuentes debidos a la quimioterapia son la sequedad de piel o xerosis, el rash o erupción rojiza, la erupción acneiforme o tipo foliculitis, la alteración de las uñas y la piel periungueal y el síndrome mano-pie o eritrodisestesia palmoplantar. Aquí puedes aprender más sobre los efectos secundarios de la quimioterapia y las nuevas terapias antitumorales dirigidas.
CÁNCER DE PIEL
El cáncer de piel está considerado el cáncer más frecuente que existe en la población de raza blanca. Se diferencian principalmente dos tipos de cáncer de piel: MELANOMA y CANCER DE PIEL NO MELANOMA. El melanoma es el de peor pronóstico y uno de los cánceres más agresivos que existen por su alta capacidad de producir metástasis a otros órganos del cuerpo.
MELANOMA
En el melanoma es clave su detección precoz. Si se detecta en estadios iniciales tiene una supervivencia del 100% mientras que en etapas avanzadas el pronóstico puede ser letal.
El número de melanomas sigue aumentando en los últimos años, a pesar de las medidas preventivas. Por lo tanto, es fundamental la existencia de Unidades Específicas de Prevención de Cáncer de Piel con los sistemas más avanzados y personal entrenado y cualificado para un control adecuado del cáncer de piel.
Te invitamos a descubrir cómo prevenir y detectar a tiempo el melanoma.
Debemos tener en cuenta que el melanoma puede surgir sobre un lunar previamente existente o aparecer de novo (sin ninguna lesión previa). La detección precoz de lunares con atipia y su extirpación de manera preventiva puede evitar el desarrollo potencial de algunos melanomas. El seguimiento estrecho mediante dermatoscopia digital a día de hoy es la opción más precisa e idónea para detectar cambios atípicos en los lunares.
En caso de detectarse un lunar con atipia, se realiza una cirugía simple mediante anestesia local y así poder evitar su probable progresión a melanoma. Cualquier tipo de mancha en la piel debe ser valorada por su dermatólogo. En nuestro Servicio recomendamos de modo genérico la revisión anual de los lunares y en determinados pacientes cada 6 meses.
CÁNCER DE PIEL DE TIPO NO MELANOMA
Es el tipo de cáncer de piel más frecuente. Generalmente aparece en regiones expuestas al sol como la cara, el escote, el pabellón auricular y la parte alta de la espalda. El más frecuente se denomina Carcinoma Basocelular y es seguido en frecuencia por el Carcinoma Escamocelular.
La mayoría se resuelven con una sencilla intervención quirúrgica, sobretodo el carcinoma basocelular. Sin embargo, algunas veces pueden conllevar problemas y llegar a producir recidivas o incluso metástasis ganglionares (carcinomas epidermoides cutáneos de alto riesgo).
La principal forma que tenemos de prevenir el cáncer de piel es reduciendo la exposición solar y acudiendo de forma periódica al dermatólogo para hacer diagnóstico precoz de la enfermedad.
Existen tratamientos más cosméticos que la cirugía en forma de cremas y con la Terapia Fotodinámica. Además, con esta última podemos realizar un tratamiento preventivo para evitar el cáncer de piel en el futuro.