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Tengo el VPH, ¿qué va a pasar ahora?

VPH

Los dermatólogos nos enfrentamos casi a diario a un motivo de consulta que genera en nuestros pacientes una gran cantidad de dudas e incertidumbres. Intentaremos dar respuesta a las preguntas más frecuentes que se nos planteáis en la consulta sobre las verrugas genitales.

¿Qué son las verrugas genitales?

Las verrugas genitales, también llamadas condilomas acuminados, son neoformaciones exofíticas, generalmente múltiples, de color rosado o blanco-grisáceo, en cuya superficie se aprecian proyecciones filiformes o papilomatosas. Se localizan en el área anogenital (pene, vulva, vagina, cuello del útero, uretra y alrededor del ano). Están causadas por el virus del papiloma humano (VPH) y se transmiten por contacto sexual, representando una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes.

¿Qué son los virus del papiloma humano?

Los virus del papiloma humano (VPH) son un amplio grupo de aproximadamente 100 genotipos de virus ADN que infectan la piel y las mucosas. Además de ser los causantes de las verrugas, son responsables de casi el 100% de los cánceres de cérvix, del 88% de los cánceres de ano, del 70% de los cánceres de vagina, del 43% cáncer de vulva, y de un porcentaje significativo de los cánceres de orofaringe y pene.
En base a este potencial oncológico los VPH se clasifican en tipos de alto riesgo y de bajo riesgo. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) considera que los tipos de VPH 16,18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son carcinógenos para los humanos –tipos de alto riesgo oncológico- y que otros tipos, incluidos el 6 y 11 son posibles carcinógenos para los humanos –tipos de bajo riesgo oncológico-.
Los subtipos 16 y 18 son los responsables del mayor porcentaje de lesiones precancerosas y cánceres invasivos de las neoplasias descritas previamente (ej.: 70% de los cánceres de cérvix y 50% de las neoplasias intraepiteliales de cérvix grado 2/3). Los subtipos 6 y 11 producen el 90% de las verrugas genitales y un elevado porcentaje de displasias cervicales leves.

¿Cómo se transmite el VPH?

El VPH se transmite por contacto sexual a través de la piel genital. No es necesaria la penetración ni la mezcla de fluidos.
Debemos tener en cuenta que la destrucción de las verrugas genitales NO significa resolución de la infección, que depende del sistema inmunitario. Por lo tanto tras el tratamiento de los condilomas acuminados podemos seguir siendo contagiosos y las lesiones pueden aparecer de nuevo.
La transmisión al bebé del VPH 6 y 11 tras un parto vaginal es posible, pero muy rara, y la presencia de verrugas genitales no es indicación de cesárea.

¿Cuál es la evolución natural de la infección? ¿Puedo curarme?

La mayoría de las infecciones por VPH (alrededor del 90%) son transitorias y ceden espontáneamente (nuestro sistema inmunitario las elimina).
Sin embargo, pueden persistir a lo largo del tiempo en forma de infección latente –detectable mediante técnicas específicas como Hibridación in situ o reacción en cadena de la polimerasa (PCR), pero sin ninguna manifestación de enfermedad pero con capacidad de reactivación en cualquier momento-, infección subclínica –cambios microscópicos detectables mediante citologías y cortes histológicos de tejidos afectos-, e infección clínica –aparición de lesiones visibles-. La infección persistente es de suma importancia en el desarrollo de lesiones precancerosas y cánceres invasivos.
En la actualidad aún no disponemos de ningún tratamiento antiviral específico para curar la infección persistente.

 ¿Es muy frecuente el VPH?

En España la prevalencia de infección por VPH es una de las más bajas de Europa, situándose en torno al 3,4% en los estudios realizados en población general.
La prevalencia de infección por VPH es más alta en edades inmediatas al inicio de relaciones sexuales, pudiendo llegar a ser tan elevada como del 30-40% en los grupos de 15 a 25 años. En las edades intermedias (25-40 años) la detección viral se estabiliza a niveles de entre el 3 y el 10%. En algunas poblaciones, se ha observado un segundo pico de prevalencia en mujeres postmenopáusicas, lo que podría reflejar la reactivación de una infección latente que hubiera pasado indetectable en el curso de las edades intermedias de la vida y que se hace aparentemente asociada a la reducción fisiológica de la inmunidad natural en las mujeres de edad avanzada.

¿Qué opciones existen para el tratamiento de las verrugas genitales?

No debemos olvidar que las verrugas son lesiones benignas y en muchas ocasiones autolimitadas, por lo que una opción es la abstención terapéutica.

Existen múltiples modalidades de tratamiento que se dirigen a eliminar y/o destruir las lesiones visibles. Entre las más empleadas se encuentran:

– Crioterapia con nitrógeno líquido
– Ácido tricloroacético al 80-90%
– Vaporización con láser CO2
– Resección quirúrgica y electrocirugía
– Interferon intralesional
– Solución o crema de podofilotoxina (Wartec ®)
– Crema de Imiquimod (Aldara ®)
– Pomada con extracto de hojas de té verde (Veregen®)

¿Se puede prevenir el VPH?

La infección por el VPH por su mecanismo de difusión, se puede prevenir igual que el resto de ITS, practicando el sexo seguro.

En la actualidad existen dos vacunas frente al VPH: Gardasil, vacuna tetravalente que incluye los serotipos 6,11, 16 y 18 y Cervarix, vacuna bivalente que incluye los serotipos 16 y 18. Comentaremos algunos aspectos sobre Gardasil que es la que previene del desarrollo de verrugas genitales.

Gardasil está aprobada para la prevención de las displasias cervical, vaginal, vulvar y anal de alto grado (CIN, VAIN, VIN, AIN 2/3) y sus correspondientes carcinomas invasivos, así como las verrugas anogenitales externas.

– Su eficacia en pacientes sin infección previa es del 100% para la prevención de patología cervical y anal, CIN 2-AIN 2 o más severa y de las verrugas anogenitales relacionadas con los cuatro serotipos 6, 11, 16 y 18. La eficacia no es tan evidente para la patología vulvar y vaginal.
– La eficacia disminuye drásticamente en los estudios realizados en la población general, debido probablemente a la falta de eficacia en pacientes previamente infectados.
– Se administra en tres dosis a lo largo de seis meses: mes 0, mes 2 y mes 6.

*¿Quién debe vacunarse?
Es importante tener en cuenta que la vacuna no tienen la capacidad de curar -no acelera el aclaramiento de la infección por VPH ni cura la patología relacionada con VPH ya establecida-; sólo de prevenir la infección por los serotipos de VPH incluidos en la vacuna. En base a ello el mejor momento para realizar la vacunación es antes de que se inicien las relaciones sexuales.
La vacuna está aprobada para mujeres y hombres de entre 9 y 26 años, aunque sólo está incluida en el calendario vacunal de las niñas de entre 12 y 14 años dependiendo de la comunidad autónoma. En caso de tener más de 14 años y querer vacunarse, la vacuna puede adquirirse en la farmacia.
Además se recomienda la vacunación de mujeres con historia de infección persistente por VPH, citologías anormales y/o verrugas genitales, siempre y cuando no tengan infección por alguno de los serotipos incluidos en la vacuna.
Está contraindicada en mujeres embarazadas. Puede administrarse en la lactancia.

*¿Cuánto tiempo dura la protección?
Aún no se sabe si el efecto de la vacuna dura toda la vida o si serán necesarias dosis de recuerdo. De momento sólo se ha demostrado que los niveles de protección se mantienen altos por lo menos 42 meses.

*¿Es necesario hacerse citologías si ya se está vacunada?
La vacuna sólo contiene dos serotipos de VPH de alto riesgo (16 y 28), que son los que causan el 70% de los cánceres de cuello de útero. Dado que hay un 30% de los casos de cáncer que no lo provocan esos virus, es muy importante continuar realizándose citologías y revisiones ginecológicas.

Espero haber solucionado parte de vuestras dudas, pero no dudéis en consultar con el especialista para vuestro caso en particular.

Por último, no olvideis que lo más importante para prevenir la infección y su desarrollo es mantener las defensas naturales en lo más alto: haz vida sana, come bien, practica ejercicio físico y evita el estrés físico y mental.